II CONGRESO ANAMURI

¡Sin feminismo, no habrá socialismo! Esta fue la consigna oída durante los tres días de Congreso Nacional de la Asociación de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile (ANAMURI).

Estuvieron más de cinco centenas de mujeres rurales e indígenas bienvenidas desde Arica, extremo norte del país, a Magallanes, sur de Chile en el Congreso. Fueran tres días compartiendo sus experiencias, sus luchas por igualdad y agroecología en sus territorios en miras a construir colectivamente un plan de acción para los próximos años.

Los ejes que marcaron el encuentro y, por lo tanto, el plan de trabajo para los próximos años son: soberanía alimentaria y agroecología, tierra y territorio, derecho al agua, salud y educación, género y derechos de las mujeres, participación ciudadana y asamblea constituyente, violencia hacia la mujer rural, mujer y trabajo.

En el eje de soberanía alimentaria y agroecología está la reivindicación de que el Estado también se responsabilice y se comprometa con esta necesidad, que es una necesidad de la humanidad. Alicia Coca, de la Marcha Mundial de las Mujeres de Argentina, sobre ese tema opina que el taller “permitió a las mujeres recuperar la dimensión colectiva de la construcción de la soberanía alimentaria como derecho de los pueblos. Derecho de decidir lo que plantar, decidir lo que comer y como deseamos que circule los alimentos”.

La lucha en contra la violencia hacia las mujeres apunta la necesidad de ésta violencia ser considerado de echo un problema estructural que está basada en machismo, fue el resumen de la relatoría de este tema. Nalu Faria, de la Marcha Mundial de las Mujeres de Brasil, que acompaño la discusión del grupo, di que el taller fue importante para intercambiar las experiencias de lucha y resistencia de las mujeres rurales e indígenas frente al problema.

Al evaluar el encuentro Alicia Muñoz, presidenta de la comisión organizadora del Congreso, afirmó que el Congreso “fue más allá de las expectativas que teníamos, salió lo que queríamos estrujar de las mujeres, logramos sacar de sus corazones, lo que ellas querían decir, porque eso es lo que nos interesa, para saber cuál es el rumbo de esta organización”.

Escuchando algunas de las invitadas internacionales sus impresiones del Congreso podremos decir que el encuentro fue importante para las mujeres chilenas, pero muy importante también para las invitadas. Es lo que confirma la brasileña María José del Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA Brasil) “fue importante conocer la organización desde su funcionamiento interno hasta sus experiencias de trabajo público con las campesinas y las indígenas, sus formas de producir, su cultura… La manera de vivir el campo aquí en Chile es muy fuerte, es realmente lo que ya peleamos en Brasil hace diez años, para que la vida del pueblo campesino, sea la manera de ser, el vivir, el ser campesino. ANAMAURI es un marco en la história de la organización campesina y rural de la región”, concluye la participante de Brasil.

María Cañil, guatemalteca de la CONAVIGUA dijo que se encontró muchas veces en los planteamientos de las mujeres de CONAMURI y que su realidad es muy semejante a la realidad de las mujeres guatemaltecas. “Fue importante recoger la demanda de las mujeres durante un año hasta llegar la realización del segundo congreso y ahora, en esos tres días hacer un planteamiento desde el contexto político nacional. El congreso de ANAMURI muestra que nosotras mujeres estamos preocupada con la igualdad, con el agua, con el desalojo de nosotras de nuestras tierras, con la madre tierra, con la fauna, soberanía alimentaria, con las semillas ancestrales. Los temas tratados aquí fueron muy importantes y tuvieron muchas transcendencias”, declaró Cañil.

Nalu Faria, más una vez hablando del Congreso, destaca la consigna de LA convocatoria del Congreso Luchamos contra el capitalismo, el patriarcado  y por nuestros derechos ¡Nosotras tenemos la palabra! “Este lema explicita la fuerza de la lucha de las mujeres, de la fortaleza que es el Congreso. Imprime un fuerte proceso de lucha cotidiana, de politización de las mujeres de ANAMURI. El Congreso pulso demandas fundamentales para ser alteradas por la sociedad. Él ubica reivindicaciones profundizadas al mismo tiempo que traen propuestas de soberanía alimentaria desde sus prácticas de cotidianas de resistencia y alternativas” es lo que evalúa la militante de la MMM.

Otra militante de la Marcha de Brasil, Adriana Vieira, cuéntanos un momento encantador en que un grupo de tres mujeres les pide ayuda para escribir sobre la evaluación del Congreso y relata evaluaciones impresionantes que las mujeres están felices por participar del congreso porque ellas pudieron compartir sus dolores, pero también para compartir el compañerismo, los deseos y la fuerza colectiva. Además de eso ella habla que este fue un momento importante para compartir las experiencias y conocer lo que es la organización de las mujeres campesinas e indígenas aquí en Chile.

“La experiencia de compartir con diferentes mujeres es siempre muy linda. Escuchar sus historias de vida, mirar a su lucha diaria para vivir y liberación es un gran aprendizaje”, es la impresión de Cláudia Prates, también de la MMM Brasil.

Finalizando las impresiones del congreso Francisca Rodriguez, que es de ANAMURI e de la Coordinadora de Organizaciones del Campo (CLOC) e también hace parte de la MMM de Chile, declara que el Congreso fue muy importante para ratificar las posiciones de ANAMURI cerca de la política de la Vía Campesina e de la CLOC. “Hoy día hay una identidad de género más fuerte entre las mujeres, fue lo que percibimos en encuentro”, dijo ella conmemorando.

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